¡Hola Amigos!
Estamos en el mes de Mayo, de las flores, de fiestas tanto civiles como religiosas y también de cambios y decisiones. Y así fue que un joven llamado Ramón Octavi dirigió su mirada al Señor, para pedirle ser el Pastor de sus Ovejas y así sucedió, y después de 25 años celebramos las bodas de plata como Sacerdote, de nuestro Párroco Mosén Octavi que regenta nuestra Parroquia de San Juan María Bautista Vianney, patrón y protector de todos los sacerdotes.
El día 1 de Mayo se celebró a las 8 de la tarde la Eucaristía de Acción de Gracias, acompañado por su Madre, hermano que leyó la segunda lectura, esposa de su hermano, sobrinos y familiares, sacerdotes y amigos, superiores y compañeros, el Padre Alejandro, Vicario de la Comunidad, Mn. Jaume Aymar Director Cataluña Cristiana, Mn. Miquel Massats, sacerdote del Opus Dei residente en el barrio, Mn. Frederic Esteve -Sucesor en la parroquia de Santa María Magdalena de Viladecans, donde estaba Mn Octavi antes de venir a nuestra parroquia y Mn. Juan Antonio Vargas, ex- vicario de Viladecans.
Mn. Octavi en su Homilía fue desgranando anécdotas de su vida y también de su sacerdocio, todos entrelazados con el número "7" dando también las gracias por su participación en la fiesta a todos los asistentes. Al finalizar la Eucaristía de Acción de Gracias el Padre Alejandro en nombre de toda la Comunidad le dio a Mn. Octavi un " paquete " que contenía un regalo: Varias casullas de diferentes colores para las próximas celebraciones hasta las bodas de Oro Sacerdotales.
Después de la Eucaristía nos reunimos en la sala de celebraciones y después de haber alimentado nuestra alma, alimentamos nuestro cuerpo y nuestra mente entonando canciones y algún poema . Mosén Octavi , estamos todos muy felices por esta celebración y deseamos de verdad poder celebrar las "Bodas de Oro Sacerdotales" a su lado
POEMA DE ANIVERSARIO
¡Ay manos Ungidas!
¡Oh divinas manos!
sólo una palabra: "
En memoria Mía...."
llega a estas manos
el Rey de la vida.
¡Señor,
si pudiera estar escondido
entre estas manos
y oír que le dicen
cual si fuera un Salmo!
¡Dios mio te Amo!
Cecilia Aranés Mallol
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