El rincón de Cecilia
¡Hola Amigos!
La fiesta del jueves Santo podríamos decir que es la cena del amor y misericordia; es una cena esperada y deseada por Jesús y se reúne con sus apóstoles para ofrecerles el mejor y más preciado regalo: es Él mismo, es ¡La Eucaristía! que a través de los años y por medio de las palabras de la Consagración que dice el Celebrante en la Misa nos llega a todos los presentes el cuerpo y sangre de Jesucristo.
Pero Jesús quiere hacer un acto de humildad antes de la Cena y lava los pies a los apóstoles como una demostración de amor y misericordia. Jesús antes de la Cena demuestra su lealtad y arrodillándose a los pies de sus discípulos les lava los pies y luego los besa. ¡Qué actos de humildad! que hasta la cabeza visible de la Iglesia, el Santo Padre, se arrodilla a los pies de los desvalidos y les lava los pies, para demostrar el amor al prójimo.
En nuestra Comunidad, después del lavatorio a las siete se celebra la última Cena, Consagración y Comunión llevando con mucho fevor la Eucaristía al Monumento muy espiritual pues alrededor del Sagrario varios detalles nos recordaban a Jesús, la lanza que le abrió el costado, el vinagre, el pan y el vino que recordaba la Eucaristía y la imagen del Cordero con su bandera y significando las palabras de San Juan Bautista: " Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del Mundo"
Cecilia Aranés Mallol
¡Hola Amigos!
La fiesta del jueves Santo podríamos decir que es la cena del amor y misericordia; es una cena esperada y deseada por Jesús y se reúne con sus apóstoles para ofrecerles el mejor y más preciado regalo: es Él mismo, es ¡La Eucaristía! que a través de los años y por medio de las palabras de la Consagración que dice el Celebrante en la Misa nos llega a todos los presentes el cuerpo y sangre de Jesucristo.
Pero Jesús quiere hacer un acto de humildad antes de la Cena y lava los pies a los apóstoles como una demostración de amor y misericordia. Jesús antes de la Cena demuestra su lealtad y arrodillándose a los pies de sus discípulos les lava los pies y luego los besa. ¡Qué actos de humildad! que hasta la cabeza visible de la Iglesia, el Santo Padre, se arrodilla a los pies de los desvalidos y les lava los pies, para demostrar el amor al prójimo.
En nuestra Comunidad, después del lavatorio a las siete se celebra la última Cena, Consagración y Comunión llevando con mucho fevor la Eucaristía al Monumento muy espiritual pues alrededor del Sagrario varios detalles nos recordaban a Jesús, la lanza que le abrió el costado, el vinagre, el pan y el vino que recordaba la Eucaristía y la imagen del Cordero con su bandera y significando las palabras de San Juan Bautista: " Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del Mundo"
Cecilia Aranés Mallol
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