El 13 de febrero de 1818, el Padre Vianney acompañado de dos ayudantes recorre los 30 kilómetros que separan Ecully de Ars.
Por el camino encuentra a un chico, Antonio Givre a quien le pregunta como llegar al pueblo de Ars. Una vez informado, el Padre Vianney le contesta con la conocida frase: "Tu me has enseñado el camino hacia Ars, yo te enseñaré el camino del cielo"
Al llegar a Ars y entrar en su iglesia, la decepción no puede ser mayor. El estado del templo está en unas condiciones lamentables.
Ni siquiera el Sagrario se salva del desastre. Nuestro santo tendrá mucho trabajo, tanto material como espiritual.
El Padre Vianney no se desanima y con gran emoción celebra su primera Misa como párroco de Ars.
Poco a poco el nuevo párroco va arreglando la iglesia tanto su exterior como su interior.
Y hace traer nuevas imágenes, para embellecer el templo.
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